La cueva de Sant Martí está situada en el monte de Sant Martí, a unos cinco kilómetros de Alcudia a la izquierda de la carretera que lleva hacia Inca. Se piensa que ya fue utilizada por los primeros cristianos de la ciudad romana de Pollentia, como lugar de culto. Los primeros datos documentados aparecen en 1268. Se entra por una escalera de dos tramos que salvan un desnivel de doce metros. En el interior hay un antiguo pozo y dos altares medievales dedicados a Sant Martí y Sant Jordi. Se trata de dos capillas cubiertas por una bóveda de crucería, la de la derecha es más moderna fechada en 1632, presenta un alto relieve de piedra, donde se representa a Sant Jordi en el momento que mata al dragón.