Sant Joan está ubicado en la comarca de Es Pla de Mallorca. Los valles de Sant Joan y Carrutxa-Son Llendera ocupan buena parte de un término que se caracteriza por ser básicamente llano, aunque algunas pequeñas colinas, como el Puig de Sant Nofre, rompen la planicie y enriquecen el paisaje. En este último montículo, situado dentro de un área natural protegida, se pueden visitar los restos de una ermita del siglo XV.
El territorio está profusamente cultivado, siendo el producto más destacado de la zona el tomate de ramillete, herencia de la época árabe en que se introdujo la horticultura. El trigo, los almendros, la viña y la ganadería porcina son las actividades sobre las cuales se sustenta la economía de Sant Joan.
La villa, estructura en torno a la alquería islámica e Alhamar, ofrece la paz y el remanso tradicional de los pueblos del interior de la isla. La iglesia parroquial es moderna, aunque quedan vestigios de los templos anteriores, de los siglos XV y XVIII. Otros elementos destacados de la arquitectura religiosa de Sant Joan son el Centro Católico, construido a principios del siglo XX, y el santuario de la Mare de Déu de Consolació, del XIII. El edificio modernista de la Escola de Nines, los molinos de viento y las cruces del término nos recuerdan tiempos pasados de la villa.
Por último, un paseo por la finca de Els Calderers, para conocer de cerca el modo de la vida rural de la Mallorca del siglo XVIII completará la rica visita patrimonial.