Photographer:
Romtomtom – CC Creative Commons
Santanyí es una población del Migjorn de Mallorca, al sur de la isla con un término municipal de 126,3 kilómetros cuadrados, 35 km de costa donde se encuentran algunas de las mejores playas vírgenes de Mallorca y el Parque Natural de Mondragó. La villa de Santanyí fue fundada en el año 1300 por el rey Jaume II de Mallorca sobre un núcleo preexistente. Su casco antiguo representa una buena muestra de arquitectura popular mallorquina, con numerosos portales con arco de medio punto y otros elementos arquitectónicos, construidos con marès de Santanyí, una piedra arenosa muy utilizada en Mallorca para la construcción, que en este lugar tiene una textura más fina y de mayor calidad que en cualquier otro lugar de la isla. De hecho, esta piedra de Santanyí fue utilizada en la construcción de la catedral La Seu en Palma.
Durante el siglo XVI sufrió numerosas incursiones de piratas procedentes del norte de África, debido a su proximidad con Cabrera, donde los piratas se refugiaban así como en las calas de su costa. Para protegerse de estos ataques se construyó una muralla, de la cual queda una de las puertas de entrada, conocida con el nombre de Porta Murada.
El monumento más significativo de Santanyí es la iglesia parroquial de Sant Andreu, ya documentada en 1265. El actual edificio tiene su origen en la Capilla del Roser, del siglo XIV construida en un estilo de transición entre el románico y el gótico. A finales del siglo XVIII se amplió considerablemente la iglesia con la construcción de un nuevo edificio adosado al anterior, en el cual hay un monumental órgano procedente del convento de Sant Domingo de Palma de Mallorca.
El santuario de la Mare de Déu de la Consolació se encuentra sobre una colina junto a S´Alqueria Blanca yendo hacia Santanyí. Es un conjunto del siglo XV protegido por un recinto amurallado, con una iglesia de nave única cubierta por una bóveda de medio punto.
Calonge
Calonge es una pequeña aldea con más de 500 habitantes, muy próxima a S’Horta y a Cala d’Or. Según la tradición, cuando el rey Jaume I se paseaba por allí, este lugar le recordó a Calonge de l´Empordà en Cataluña y lo bautizó con este nombre.