La reconversión de la Playa de Palma es un ambicioso plan, que pretende dinamizar la zona con importantes inversiones, tanto del sector público como del privado. Esta fue una de las zonas pioneras, en el desarrollo del turismo en Mallorca, la cual con el paso del tiempo corre el riesgo de quedar obsoleta, víctima de un fuerte crecimiento urbanístico marcado por una escasa planificación. De ahí la importancia de esta reconversión, que pretende convertirse en un referente internacional, liderada por el Consorcio de la Playa de Palma, un organismo público integrado por diferentes estamentos de la administración; estatal, autonómica y local.
El pasado mes de junio se presentó el plan maestro del estudio de arquitectura West 8, ganador del concurso internacional de ideas, que en los próximos años regirá las actuaciones previstas para llevar a término esta importante reconversión. Del cual a continuación se describen sus principales características.
La idea del plan de reconversión, es redefinir la imagen de la Playa de Palma, partiendo de unos valores como son el clima de Mallorca, los paisajes de la costa y del interior, la reserva ecológica de posidonia, junto a una importante infraestructura turística, plenamente consolidada dentro del mercado Europeo. En los espacios públicos, se pretende resaltar el ambiente tradicional mediterráneo, donde se conjugan los usos turísticos con los residenciales de la población local, con actuaciones previstas en cuatro ámbitos concretos:
El primero de ellos es la fachada marítima, donde está prevista una remodelación integral, creando un gran paseo marítimo con una imagen propia y una gran presencia de palmeras, interviniendo en la iluminación nocturna y en la movilidad, apostando por transportes ecológicos como el tranvía y las bicicletas de alquiler. La playa no queda ajena al plan, la cual se pretende adecuar para la organización de festivales y muchas actividades más.
La zona húmeda de Ses Fontanelles es otro espacio donde se han previsto paseos peatonales, que permitan conocer y preservar lo que queda de una importante zona húmeda, la cual en otro tiempo ocupaba una parte significativa de la bahía de Palma. De aquí se ha previsto una conexión para peatones con el aeropuerto de Palma.
En las canteras que hay en la parte de atrás, en los alrededores de la iglesia de La Porciúncula, se ha previsto el desarrollo de un área residencial, un hotel e infraestructuras para la salud, con la intención de atraer a nuevos mercados turísticos emergentes, como la tercera edad, salud, cultura, deportes, etc.
Por último, el torrente Dels Jueus es un espacio público que se pretende conectar con la playa y construir un bulevar junto a el, ganando un espacio verde para los peatones y la ciudad, lo cual supondrá una gran transformación del extremo este de la Playa de Palma.
Ya dentro de un ámbito más genérico, se prevé dotar las calles de más vegetación, mejorar el paisaje de la autovía al aeropuerto, regular los usos en las diferentes zonas como la creación de un distrito nocturno, entre muchas otras actuaciones, que han de hacer de la Playa de Palma un lugar único para disfrutar de las vacaciones en el siglo XXI.