Situado en la vertiente meridional de la Sierra de Tramuntana, el pueblo de Esporles se extiende al fondo del valle del mismo nombre. El relieve del término es fuertemente accidentado y sus principales elevaciones son la Mola de Planícia, de 890 m, y la Fita des Ram, de 833 m.
El paisaje está caracterizado por extensos bosques de encinas y pinares que ocupan más de la mitad de la superficie del municipio. Aunque las naranjas de Esporles gozan de un merecido reconocimiento en la isla, los almendros y forrajes son los cultivos predominantes.
La agricultura y la explotación forestal fueron durante siglos las principales actividades económicas. Durante el último tercio del siglo XIX, los importantes recursos hidrográficos del municipio permitieron el desarrollo de la industria textil, hoy desaparecida.
La villa se estructura alrededor del torrente de Esporles y sus casas de piedra mantienen la atmósfera de tiempos pasados. En ella la iglesia de estilo neogótico y el oratorio dedicado al Sant Crist de la Pols, patrón del gremio textil, constituyen sus principales atractivos.
Entre las numerosas possesions de Esporles destaca la Granja, cuyo casal está rodeado de hermosos jardines, y Son Tries, que acoge un área recreativa. Un camino rodeado de bosques de encinas nos conduce hasta la ermita de Maristel·la, destino de romerías y excursión recomendada para todos los visitantes.