Situado en la comarca de Es Pla, el municipio de Maria de la Salut sigue siendo eminentemente agrícola. La mayor parte de su superficie está ocupada por tierras de cultivo. Melones y tomates son los productos más conocidos de sus fértiles tierras, donde también abundan los cereales y los almendros.
Entre el patrimonio local destaca la iglesia dedicada a la Mare de Déu de la Salut que fue construida a mediados del siglo XVII. El campanario, de clara influencia bizantina, y la talla de la virgen, del siglo XVI, son sus elementos más relevantes.
La casa de Son Roig, que conserva trazos de su origen gótico en la fachada, y el molino de Son Puig, edificado en el siglo XVII, son otros lugares de interés. En conjunto, el núcleo urbano mantiene la tranquilidad y la atmósfera de tiempos pasados, una cualidad cada vez más apreciada por los visitantes de la isla.
La finca de Roqueta, cuya casa principal está rodeada de bellos jardines, y la de Deulosal, que conserva un interesante molino de agua, son algunas de las visitas recomendadas. Mención especial merece el poblado talayótico de Es Velar, uno de los numerosos yacimientos arqueológicos del municipio, que conserva parte de su muralla y los restos de varios talayots.